No te había juzgado tan probable
de transformar veredas en caminos,de seguir por el lado que yo sigo
sin entrar por la puerta de los bares.
Mirándote en sombrías catedrales
consagraría más que pan y vino;oraciones en bancos clandestinos
cambiarían en ti diarios vales
por amables mañanas de domingo.
Hoy voy a sopesar lo que no dices,
y en los próximos sueños compartidos
te hablaré de potencias, percentiles,
futuribles de lo que no hemos sido,
recuerdos de las cosas que no existen.
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